La mayoría de los niños entre los 2 y los 3 años tienen todos sus dientes de leche, por lo que es un buen momento para enseñarle buenos hábitos de higiene oral. Claro está que los dientes de leche no se quedan para siempre, pero igualmente es importante cuidarlos y mantenerlos hasta su recambio natural. Lo ideal sería llevar a los hijos al dentista para que empiecen a relacionarse con el especialista en odontopediatría que los atenderá.
Una ventaja de los odontopediatras es que está preparado para lidiar con cualquier reacción que se produzca en la silla dental. La mayoría de los consultorios están preparados en sus salas de espera con actividades, cuentos y juegos para que los niños observen y participen.
Por otro lugar, antes de llevar a su hijo al odontólogo asegúrese de eliminar cualquier sentimiento negativo (si tiene alguno) y deje que su hijo disfrute de su primera experiencia en el dentista con el mismo entusiasmo que una visita a casa de algún amigo o familiar.
La primera visita es principalmente para que su hijo vea la clínica y conozca al equipo dental. Dependiendo de la edad y el nivel de comodidad de su hijo, se le puede pedir que lo sostenga mientras el dentista mira alrededor de su boca para detectar posibles caries, examinar su mordida y examinar las encías.
En función de cómo se vean los dientes de su niño, su dentista le indicará cuándo realizar la próxima visita. La mayoría de los dentistas recomiendan que los niños pequeños se vean cada 6 meses siempre que no haya problemas mayores.
¡No pierdas tiempo! Pide cita con nuestra especialista en odontopediatría queremos que tu hijo sea parte de nuestra familia.
Smalia
¨Salud a primera sonrisa¨